CASA ENTRE CIRUELOS.
La abuela ahora se ha hecho mayor, y prefiere pasar el tiempo en un espacio aislado de la casa, lejos del estruendo que forman los niños. Pero este espacio debe de suplir los aspectos que la casa ya no le puede dar. De todos es sabido que a las personas mayores les encanta mirar lo que hacen otras personas, y si miran sin ser vistas mucho mejor. Por ello la hija se presta a cederle su dormitorio, una habitación de doble altura en la que poder disponer un gran ventanal que muestre las acciones en el exterior. Una habitación en la que a pesar de ese gran ventanal, el sol no la moleste de buena mañana, ni caliente la habitación hasta hacer de ella un lugar incómodo. Una habitación en la que no le molesten sus queridos nietos al jugar. Una habitación para la abuela.
Pero de esta forma, la madre pierde a la que ha sido su niñera durante años, esa niñera que ha sido abuela y ha sido madre para sus niños. Por ello se baja la sala de juegos a la planta baja y se coloca la cocina en el primer piso, así como se baja su dormitorio a la planta baja, para estar por la noche más cerca de ellos. De esta manera se producen dos cambios muy importantes: los niños cambian una habitación de juegos calurosa y pequeña por una mucho más amplia y fresca, situada junto a la zona de juegos que hay entre los ciruelos exteriores, mientras que la madre dispone de una cocina como ‘centro de control’, en la que pasará la mayor parte del tiempo y controlará la actividad de sus hijos a través de una apertura de la pared.
Con todo esto, la casa mejoraría para todas las personas menos para el padre, que hasta ahora había trabajado tristemente en una habitación con una sola ventana. Un lugar perfecto para situar el estudio será el espacio donde estaba la sala de juegos, con una gran cantidad de luz directa, que proporcionará el calor necesario para hacer agradable el trabajar estáticamente y con acceso directo a la terraza exterior.
Al igual que Kazuyo adapta los espacios al uso de cada actividad, a esta redistribución también habría que aplicar diversos cambios en las alturas libres de las habitaciones, para así crear el clima deseado, con habitaciones frías en las plantas inferiores, concediendo la mayor altura disponible, y con habitaciones más cálidas en las plantas superiores, creando alturas libres más reducidas.
Dicho todo esto, se nos plantea la cuestión de resolver el nuevo acceso, entrando ahora por la sala de juegos. En un principio puede resultar algo contradictorio, pues atravesaríamos un lugar de carácter más privado para los niños, pero ¿hay algo mejor que entrar a una vivienda y sentir inmediatamente esa sensación de acogida y ese ambiente familiar?
Ana Santos Mas
Santiago Martínez Martínez
Luca Pereiro Macías _ Cocina como 'centro de control'
Ana Santos Mas
Eva Martín Ripoll
Carlos Valls Arques_Sala de juegos
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