Como quizás es de esperar, para que una vivienda se integre a la perfección en un paisaje ya urbanizado, debe responder a las geometrías y tipologías del lugar, y de algún modo prescindir de las necesidades o deseos de uno.
No
es el caso de la casa en Corrubedo de David Chipperfield. Este encuentra el equilibrio
entre ambas necesidades, las del lugar y las de uno mismo.
En
primer lugar, le lleva a pensar en la experimentación del habitante con el
paisaje, lo cual le hace plantearse toda la vivienda en torno al mar y convirtiendo
este en la mayor atención de la casa. Esto provoca que todos los espacios de la
vivienda enfoquen a él.
Siguiendo
unas pautas completamente distintas a la de las casas de los años 60 que se
encuentran allí, esta consigue integrarse a la perfección en el espacio. Carece
de protagonismo y encaja en el lugar aun siendo dos planteamientos de vida
completamente diferentes.
El hecho de que la casa se cierre a la calle me hace pensar en si realmente encaja en el lugar en cuanto a la vida de la casa y en como dialoga con la ella.
Por
otro lado la casa de Blas de Alberto Campo Baeza, responde a dos necesidades
completamente distintas. Por un lado la búsqueda de un lugar cerrado en el que
descansar y refugiarse, y por otro un lugar en el que relajarse y soñar. Crea
un lugar en el que el exterior no tiene importancia, es algo lejano donde el
paisaje desaparece.
En
cierto modo, pasa como en el caso anterior, dos cosas distintas que obedecen a
patrones diferentes se llegan a complementar por completo entre ellos.
Aun
así en este caso, la necesidad de representar esos dos espacios, creo que deja
de lado otro tipo de necesidades. Donde se está centrando en el diseño y la
representación de la poesía.
Tras leer Historias de casas y comparar unas viviendas con otras buscando aquello que mas me llamara la atención, elegí la casa en Corrubedo de David Chipperfield, y la casa de Blas de Alberto Campo Baeza.
Unas de las características principales que en ambas casas me
llaman la atención es el dialogo de estas con su entorno, y el como lo integran
en la propia casa.
En primer lugar la casa en Corrubedo de David Chipperfield.
Una de las cosas que me llaman la atención de esta casa es como que a pesar de
estar planteada de distinta forma que el resto, no destaca sobre ellas. Se ve
como se integra con el paisaje de viviendas ya existente.
Mientras que las casas tradicionales tienden a abrirse a la
calle esta se centra en darle protagonismo al mar y permitir de alguna forma
que este forme parte de ella.
La disposición de la casa se presenta siguiendo los rituales
domésticos generando así cada espacio de la casa, lo cual me parece un punto
interesante a tratar. El como partiendo de esto y el mar se va generando la
casa.
Por otro lado la casa de Blas de Alberto Campo Baeza, me ha
gustado como crea dos lugares distintos, uno en el que le da importancia al
refugio y otro en el que soñar.
Me ha parecido interesante esta característica, y el como el paisaje no es protagonista en toda la vivienda. El hecho de que en el interior de la casa, en la zona en la que se habita, el entorno se encuentre de una forma lejana, mientras que en el nivel superior este es el principal protagonista.
Eva Martín Ripoll
4 comentarios:
Me parece muy sugerente en la casa de Campo Baeza el hecho de que distinga las dos zonas según el programa, como las diferencia tanto, como crea un lugar destinado a soñar como tú dices; me parecería interesante trabajar esa parte. Aun así, hay algo que me tira para atrás y es ver ese bloque ahí en medio de la tierra.
TATIANA MARTÍNEZ SOTO:
Al leer las historias a mí también me atrajo mucho la Casa en Corrubedo, quizá por las características tan importantes que tu has comentado, pero también por la conexión que se establece en la casa entre el habitante y la experimentación del espacio, y por cómo esta arquitectura sin destacar entre las demás siempre se siente su presencia y pasa a convertirse en una arquitectura- escenario donde suceden las experiencias de sus habitantes.
Yo también he elegido la casa de Blas de Campo Baeza y creo que puede funcionar montar el vídeo de manera que se explique claramente los dos estados tan diferenciados en los que se puede encontrar el usuario.
Me encantaría ver un vídeo a doble cámara (pantalla compartida) que describiese una situación doméstica real dentro de la vivienda y una situación normal arriba, en el podio.
Esto nos mostraría si realmente la arquitectura provoca esas sensaciones y emociones que pretendía el diseño de la vivienda.
Mi comentario es un poco idílico porque evidentemente no podemos meternos con una cámara a grabar que hace o que siente el usuario de esa vivienda pero solo de imaginarlo...la verdad que sería emocionante.
Hola Eva, en cuanto a la casa en Corrubeo estaría bien que contrastases la vida que esa calle a la que se cierra ofrece y por qué es el mar al que se abre.
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